La Unión Europea impondrá sanciones y amenaza a Hungría con sacarla de la UE si no rectifica su nueva ley homófoba.
La política homófoba de Viktor Orbán, presidente de Hungría, ha llegado a su límite. La Unión Europea impondrá sanciones al país húngaro y le advierte que si no corrige la nueva ley homófoba que prohíbe la "publicidad" LGTB+, podría ser expulsado de la UE.
Por su parte, Viktor Orbán ha acusado a la misma Comisión de "vandalismo organizado" por oponerse a una ley así y no entiende el argumento de que atenta contra los derechos del colectivo LGTB+. Sin embargo, sus nuevas medidas son claramente homófobas (aunque el líder húngaro no lo entienda) ya que prohiben que medios de comunicación, publicidad, carteles y demás soportes presenten a personas homosexuales. Son medidas que violan la dignidad humana, la libertad de expresión y atentan contra el derecho y respeto a la vida privada.
Hungría tiene dos meses para cambiar y corregir estos problemas. De no hacerlo, Víktor podría ser llevado al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y se enfrentaría a fuertes sanciones económicas. Orbán ha dicho:
"Esto es vandalismo legalizado ... La postura de la Comisión Europea es vergonzosa".
El presidente tiene claro que no permitiría que los activistas LGBT+ se pronuncien y hagan manifestaciones contra lo que él llama propaganda sexual. Sin embargo Viktor Orbán ya sabía lo que se le venía encima. Se le avisó en varias ocasiones sobre las leyes y derechos comunes que unen a la UE pero se los pasó, literalmente, por el forro.